martes, 2 de enero de 2007

Pregunto

“…
No hay paraíso sin infierno,
no hay amor sin crueldad
…”
C. Peri Rossi

¿Tiene que suceder que lo que hace nuestra felicidad sea a la vez la causa de nuestra desdicha?

4 comentarios:

NáN dijo...

Es uno de los temas de A la búsqueda del tiempo perdido, creo; ese amor pasión que brutalmente nos hace gozar y sufrir, simultáneamente, o casi simultáneamente, en el mismo día o la misma hora ambos (tiene un pase), o en ese orden (el mundo se apaga).

No valen experiencias de otro en estos casos, porque cuando se está en ellos es imposible pensar que pasarán; y cuando han pasado, uno no puede crer que se pasara por ellos de ese modo.

Habrá que esperar (y cruzar los dedos para evitar el "enganche" a ese "tipo" de amor marcado por la brutalidad y torrencialidad de los sentimientos).

NáN dijo...

Con Bataglia te respondes, ¿no?

NáN dijo...

Creo en otra posibilidad. Me daría miedo volver a plantearlo así, como la moneda de esas dos caras de la que habla Peri Rossi. Hace muchísimo tiempo que me daría miedo.

Cada uno ha de responder a esa pregunta.

Des-dicha. Deshacer la dicha (negar lo que ha sido dicho; no lo que decimos nosotros, sino lo que ha sido dicho. Quizá sea esa la trampa en la que no debamos caer: pensar en un absoluto, en lugar de en un clima).

Claro que lo que digo parece mucho más pobre: no me convulsiono. En los momentos malos, o en los peores, voy quitando trozos de mí y echándoselos a los peces, pero con serenidad.

Desdicha, romper la dicha. Como desyuno es romper el ayuno. Visto así, lo que se rompre se rehace o se consigue uno nuevo. Es mucho más no-pesimista.

westerlia dijo...

Gracias.