Y mientras ella viene, yo te hablo, mirando al frente. Como en esas películas americanas en las que la gente habla mirando al frente, como si cada uno estuviera a sus cosas; pero desde la butaca del espectador te das cuenta de que están tan unidos, que duele ver que ellos no se dan cuenta.Yo te hablo, Wes, yo te hablo. (mientras ella viene).
Sí, esto de los blogs tiene eso, que cada uno cuenta sus cosas y a veces respondemos y a veces nos responden y se establecen vínculos porque, al fin y al cabo, somos todos tan iguales aunque seamos tan distintos.Gracias.
Como diría Joaquín Sabina "que no te den a elegir entre el recuerdo y el olvido"
robel, agradable sorpresa tu visita. (Te leo en "El peso de las cosas". Me gustó especialmente Primera parte: yo.)Y, si me dan a elegir, me quedo con el recuerdo porque como dice Serrat:Los recuerdos suelencontarte mentiras.Se amoldan al viento,amañan la historia;por aquí se encogen,por allá se estiran,se tiñen de gloria,se bañan en lodo,se endulzan, se amargana nuestro acomodo,según nos convenga;porque antes que naday a pesar de todohay que sobrevivir.Recuerdos que volaron lejoso que los armarios encierran;cuando está por cambiar el tiempo,como las heridas de guerra,vuelven a dolernos de nuevo.Los recuerdos tienenun perfume frágilque les acompañapor toda la viday tatuado a fuegollevan en la frenteun día cualquiera,un nombre corrientecon el que caminancon paso doliente,arriba y abajo,húmedas acerascanturreando siemprela misma canción.Y por más que tiempos felicessaquen a pasear de la mano,los recuerdos suelen ser tristeshijos, como son, del pasado,de aquello que fue y ya no existe.Pero los recuerdosdesnudos de adornos,limpios de nostalgias,cuando solo quedala memoria pura,el olor sin rostro,el color sin nombre,sin encarnadura,son el esqueletosobre el que construimostodo lo que somos,aquello que fuimosy lo que quisimosy no pudo ser.Después, inflexible, el olvidoirá carcomiendo la historia;y aquellos que nos han queridorestaurarán nuestra memoriaa su gusto y a su medidacon recuerdosde sus vidas.
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4 comentarios:
Y mientras ella viene, yo te hablo, mirando al frente. Como en esas películas americanas en las que la gente habla mirando al frente, como si cada uno estuviera a sus cosas; pero desde la butaca del espectador te das cuenta de que están tan unidos, que duele ver que ellos no se dan cuenta.
Yo te hablo, Wes, yo te hablo. (mientras ella viene).
Sí, esto de los blogs tiene eso, que cada uno cuenta sus cosas y a veces respondemos y a veces nos responden y se establecen vínculos porque, al fin y al cabo, somos todos tan iguales aunque seamos tan distintos.
Gracias.
Como diría Joaquín Sabina "que no te den a elegir entre el recuerdo y el olvido"
robel, agradable sorpresa tu visita. (Te leo en "El peso de las cosas". Me gustó especialmente Primera parte: yo.)
Y, si me dan a elegir, me quedo con el recuerdo porque como dice Serrat:
Los recuerdos suelen
contarte mentiras.
Se amoldan al viento,
amañan la historia;
por aquí se encogen,
por allá se estiran,
se tiñen de gloria,
se bañan en lodo,
se endulzan, se amargan
a nuestro acomodo,
según nos convenga;
porque antes que nada
y a pesar de todo
hay que sobrevivir.
Recuerdos que volaron lejos
o que los armarios encierran;
cuando está por cambiar el tiempo,
como las heridas de guerra,
vuelven a dolernos de nuevo.
Los recuerdos tienen
un perfume frágil
que les acompaña
por toda la vida
y tatuado a fuego
llevan en la frente
un día cualquiera,
un nombre corriente
con el que caminan
con paso doliente,
arriba y abajo,
húmedas aceras
canturreando siempre
la misma canción.
Y por más que tiempos felices
saquen a pasear de la mano,
los recuerdos suelen ser tristes
hijos, como son, del pasado,
de aquello que fue y ya no existe.
Pero los recuerdos
desnudos de adornos,
limpios de nostalgias,
cuando solo queda
la memoria pura,
el olor sin rostro,
el color sin nombre,
sin encarnadura,
son el esqueleto
sobre el que construimos
todo lo que somos,
aquello que fuimos
y lo que quisimos
y no pudo ser.
Después, inflexible, el olvido
irá carcomiendo la historia;
y aquellos que nos han querido
restaurarán nuestra memoria
a su gusto y a su medida
con recuerdos
de sus vidas.
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