miércoles, 14 de febrero de 2007

Buenas noches



Como un extraño llegué
y como un extraño me marcho.
Mayo me agasajó
con ramos de flores.
La doncella habló de amor,
su madre, incluso de matrimonio.
Ahora el mundo rebosa tristeza.
Mi camino está cubierto de nieve.
Para mi viaje
no puedo elegir el momento.
Debo hallar mi senda
en la oscuridad.
Una sombra vaga a la luz de la luna
es mi compañera.
Y en los blancos campos
veo huellas de animales salvajes.
¿Por qué habría de quedarme
para que se me echara?
¡Que los perros perdidos aúllen
frente a la casa de su amo!
Al amor le gusta vagabundear,
Dios lo hizo así.
Iré de una a otra.
¡Buenas noches, querida mía!
No alteraré tus sueños.
Sería una lástima que no durmieras.
No sigas mis pasos.
Cierra suavemente la puerta.
Al pasar,
escribiré en tu puerta:
“Buenas noches”.
Así verás que he pensado en ti.
Wilhelm Müller

2 comentarios:

NáN dijo...

Qué antigua y atractiva combinación de poeta y compositor. Reconozco que la primera vez que lo leí, me dejó un poco molesto, había algo que chirriaba; luego me fui dando cuenta de que no era contemporáneo ni tosco, sino de una antigüedad que convertía el poema en algo tan moderno. Bella canción de Schubert que lo acompaña a las mil maravillas.

Muy bien... pero si los miércoles ya vas de cena... ¿Cómo piensas llegar al sábado?

(Y ya sabes que puedes ir a ASB y leer y comentar o no comentar o no ir o lo que quieras: siempre tal como te apetezca).

westerlia dijo...

Mi tiempo de duelo, pasó.

Doy las gracias a todos los que me acompañaron, especialmente a Nán que tuvo una delicadeza y un cuidado especial para conmigo.

Cierro este blog.

Seguiré leyendo los vuestros con la mirada de alguien que se sintió arropada por unos desconocidos a los que unieron las palabras.
Nuevamente agradezco.

Sean felices!