miércoles, 14 de febrero de 2007

Buenas noches



Como un extraño llegué
y como un extraño me marcho.
Mayo me agasajó
con ramos de flores.
La doncella habló de amor,
su madre, incluso de matrimonio.
Ahora el mundo rebosa tristeza.
Mi camino está cubierto de nieve.
Para mi viaje
no puedo elegir el momento.
Debo hallar mi senda
en la oscuridad.
Una sombra vaga a la luz de la luna
es mi compañera.
Y en los blancos campos
veo huellas de animales salvajes.
¿Por qué habría de quedarme
para que se me echara?
¡Que los perros perdidos aúllen
frente a la casa de su amo!
Al amor le gusta vagabundear,
Dios lo hizo así.
Iré de una a otra.
¡Buenas noches, querida mía!
No alteraré tus sueños.
Sería una lástima que no durmieras.
No sigas mis pasos.
Cierra suavemente la puerta.
Al pasar,
escribiré en tu puerta:
“Buenas noches”.
Así verás que he pensado en ti.
Wilhelm Müller

No te confundas conmigo

Yo te dije:
me acerco al amor para licuar la soledad.
Nada más.
No me confundas en tus recuerdos.
Soy y seré compañero de mi niebla.
El péndulo y su eco.
Nada más.
El amor sólo cumple la misión del instante.
Una vez su ejercicio,
esta ausencia, nada más.
No me reclames seguir otros caminos.
No puedo con senderos tan poblados de tiempo.
La soledad me necesita
y yo al amor para poder retenerla.
No te puedo seguir.
A nadie puedo seguir.
Acepté.
Mi dolor es un látigo
que se suaviza en hilos
para tejer el descanso.
Soy convicto.
Yo apresé, condené,
construí la cárcel
y la sigo construyendo.
Cada noche me asomo a distintas rejas
y amanezco, eso sí, con las mismas cadenas.
Ningún condenado me acompaña.
No converso con nadie.
A nadie robo lo que no se come.
A nadie cuento mis hazañas.
Soy y seré compañero de mi niebla.
No te confundas conmigo.
Amo sólo lo que de soledad me dará el amor.
Nada más.
No te confundas conmigo.
Soy de la soledad
y me debo como idólatra
a su eterna exigencia:
buscar amor para llenar
su enorme e inextinguible vientre.
Por eso no me duelen las ausencias.
Jorge Charpentier

Ne me quitte pas




Laisse-moi devenir
L'ombre de ton ombre
L'ombre de ta main
L'ombre de ton chien
Ne me quitte pas
Ne me quitte pas
Ne me quitte pas
Ne me quitte pas

El extranjero

Tú eres Aquiles, el hermoso perdedor,
el de la espada de hierro,
el de la radiante cabeza coronada,
el mejor.
La verdad que sí,
¡Oh dioses inmortales!
que eres realmente bello.
Y no me extraña en absoluto
que Helena perdiera el aliento
y su peplo de seda,
al verse frente a ti
arrojadas al mar sus sandalias de cuero.
Yo soy Tersites, el guerrero aplastado por tu brazo
y el peso brutal de tus caballos.
Yo soy el que te ama
en medio del fragor de las batallas,
mordido y ensangrentado por tus perros.
Elsa López

domingo, 11 de febrero de 2007

Charla y cafés

“Cuillez dès aujourd'hui les roses de la vie" Ronsard

¿En qué momento de nuestra niñez se nos enseñó a pensar en el futuro? Hubo un tiempo en el que tú y yo y todas sólo éramos conscientes del presente. ¿Cuándo perdimos eso? Es curioso cómo se mitifica la niñez. El recuerdo real se desvanece y aparece otra niñez creada por las adultas que hoy somos. ¿Cómo éramos entonces? ¿Cómo éramos realmente?

A solas

¿Desde qué soledad llegaste a mí? Es una pregunta que no pide respuesta, un arrebato. No me hagas mucho caso, a veces digo cosas sin sentido. ¿De dónde saliste? Yo era del silencio y llegaste tú. ¿De dónde? ¿De dónde con tu cargamento de palabras inusuales?

Actrices

Olvidadla. Es una mujer perdida, hermosa, disfrutadora y “hetero” para desgracia de nuestro imaginario.

Funámbulas y fumadoras

Mata más la desilusión, los sueños incumplidos, que todo el tabaco del mundo. Admiro a los que se rebelan. Cada cual tiene sus héroes, para mí son los que saltan la línea. Algo que yo no haré jamás. Te gustará Malraux. Los conquistadores es saltar la línea por saltar la línea, la acción por la acción. ¿Cómo se llama la pértiga que usan los funambulistas para equilibrarse? ¿Qué nombre tiene? ¿Sabéis que las hay con más o menos truco? Unas están muy dobladas, otras casi no están dobladas, las dobladas tienen truco, proporcionan más equilibrio por una cuestión de desplazamiento del punto de gravedad. ¿En serio? Se me acaba de ocurrir un paralelismo terrible, los que aceptan mejor las normas, los que ven natural ese doblegarse, están más equilibrados, no piensan ni en la altura ni en lo mínimo que es el hilo sobre el que caminan. No tienen miedo. No caen. ¿Cómo se llama la barra que usan los equilibristas? Necesito saberlo, camino sobre una tensa cuerda de violín. Pásame el encendedor.

sábado, 10 de febrero de 2007

Summerfling



Strange... the wind can change so quickly
Without a word of warning
Rearrange our lives
Until they're torn in two

jueves, 8 de febrero de 2007

Descansa

Posiblemente eras demasiado sensible, demasiado contenida, demasiado condescendiente con los demás, demasiado frágil. Y el mundo está hecho para los que quiebran el silencio con estruendosas carcajadas, para los que empujan en los vagones de metro, para los que cogen las cosas a puñados, para los que pisan al contrario cuando están cerca de la meta.
Echaré de menos tu sonrisa. La luminosidad que había en tu cara. Yo, que sólo supe de ti por la televisión y las revistas de papel couché, te lloro.

miércoles, 7 de febrero de 2007

A petición de Nán

Manoa

No vi a Manoa, no hallé sus torres en el aire,
ningún indicio de sus piedras.
Seguí el cortejo de sombras ilusorias
que dibujan sus mapas.
Crucé el río de los tigres
y el hervor del silencio en los pantanos.
Nada vi parecido a Manoa
ni a su leyenda.


Anduve absorto detrás del arco iris
que se curva hacia el sur y no se alcanza.
Manoa no estaba allí, quedaba a leguas de esos mundos,
-siempre más lejos.


Ya fatigado de buscarla me detengo,
¿qué me importa el hallazgo de sus torres?
Manoa no fue cantada como Troya
ni cayó en sitio
ni grabó sus paredes con hexámetros.
Manoa no es un lugar
sino un sentimiento.
A veces es un rostro, un paisaje, una calle
su sol de pronto resplandece.
Toda mujer que amamos se vuelve Manoa
sin darnos cuenta.
Manoa es la otra luz del horizonte,
quien sueña puede divisarla, va en camino,
pero quien ama ya llegó, ya vive en ella.
Montejo

martes, 6 de febrero de 2007

Freud y Montejo

“Empiezo a creer que todo acto sexual es un proceso en el que participan cuatro personas.”
Freud
.
Cuántas veces, a tientas, en la noche,
sueñan dos cuerpos fundirse en uno solo
sin saber que al final son tres o cuatro.
Ocurre siempre antes del desnudo de la carne
y su ávido misterio:
de pronto un ojo extraño se abre en las almohadas,
cruzan labios volando por la niebla,
surgen intempestivas voces
de olvidados amantes.
Los espejos protegen a esos duendes
interpuestos en los jadeos
y los susurros.
Nada delata en las alcobas
sus crueles usurpaciones sentimentales.
Solamente la luna
sabe qué manos verdaderas se acarician,
qué rostros ríen detrás de las máscaras
y quiénes envueltos en la sombra
con pasos furtivos se reencuentran.
Solamente la luna que es redonda,
lenitiva y amarga.
Montejo

domingo, 4 de febrero de 2007

Nine million bicycles



There are nine million bicycles in Beijing
That´s a Fact,
it´s a thing we can´t deny
Like the fact that I will love you till I die
And there are nine million bicycles in Beijing
And you know that I will love you till I die!

Error

Eliot se equivocó. Febrero es el mes más cruel.
Cierro las persianas a este insultante sol.
¿Dónde está mi gris? ¿Dónde está mi mar enfurecido?
Sólo calma.
¿Dónde está tu boca con sabor a armagnac?
La tristeza es salada y mana/mata lentamente.
Ya no soy la buscadora de palabras.
Duermo.

sábado, 3 de febrero de 2007

En una botiga de pianos

Mirant el ventre obert d'un piano Steinway,
me n'adono que el nostre amor fou precís
com cada corda al seu martell.
I contemplo encisat aquest teclat lluent
talment fos el teu cos.
Se m'acosta el dependent "Desitja res?"

I dic que no prement un si.
M. Forcano

viernes, 2 de febrero de 2007

Tu

Per la finestra del tren
un arbre en flor goteja pluja.
He recordat el teu rostre
somriure entre les llàgrimes.

De sobte em pregunten quina hora és.
Dic el teu nom.
M. Forcano

jueves, 1 de febrero de 2007

Escrúpulo

Me parece que vivo
que estoy entre los ruidos
que miro las paredes,
que estas manos son mías,
pero quizás me engañe
y paredes y manos
sólo sean recuerdos
de una vida pasada.
He dicho "me parece"
yo no aseguro nada.
Oliverio Girondo